Bicicleteada por el derecho
a la salud y la vida de las mujeres. Publicada en el diario La opinión de Rafaela.
Ayer, domingo 30 de octubre, realizamos una
bicicleteada por el derecho a la vida y la salud de las mujeres, que partió de
la plaza 25 de mayo de nuestra ciudad y que recorrió las calles céntricas hasta
llegar a la plaza del barrio Pizzurno. Esta actividad es una de las múltiples
acciones que se desarrollan en estos días en Argentina, ya que el 1° de
noviembre por primera vez, luego de una larga historia de organización,
participación y activismo por los derechos de las mujeres, se comienza a
discutir en la Comisión
de Legislación Penal del Congreso de la Nación , el Proyecto de Ley de Interrupción
Voluntaria del Embarazo, que propone la despenalización y legalización del
aborto para avanzar en el derecho a la vida, la salud y la autonomía de las
mujeres. Este proyecto fue elaborado y presentado por la Campaña Nacional por el Derecho
al Aborto Legal, Seguro y Gratuito de la que formamos parte, junto a casi 300
organizaciones de todo el país y lleva la firma de 50 legisladoras/es de todos
los bloques con representación parlamentaria.
El color verde de la Campaña estuvo presente en
globos, remeras, pañuelos y carteles. En ellos se leyeron consignas como “la
mujer decide, la sociedad respeta, el estado garantiza”, o “nosotras parimos,
nosotras decidimos”, y acompañaron la volanteada que realizamos en las dos
plazas, y en las que tuvimos ocasión de dialogar con las personas allí
presentes, las que mayoritariamente apoyaron nuestro reclamo.
Consideramos
que la ilegalidad del aborto es otra
forma de violencia contra las mujeres. Fundamentamos nuestra posición en
que el derecho al aborto es una deuda que la democracia argentina tiene con las
mujeres para un pleno ejercicio de sus derechos. Además, en la ineficacia de la
prohibición del aborto para reducir su frecuencia y en la evidencia de que la
criminalización del aborto sólo garantiza una intolerable discriminación social
y sexual, por la cual las mujeres sin recursos -que no pueden pagar a los profesionales
que hacen su negocio en forma clandestina- ponen en riesgo su vida y salud (100 mujeres pobres mueren al año
por abortos clandestinos y 70.000 terminan en complicaciones posaborto), y se arriesgan a ser
denunciadas o maltratadas en los centros públicos de salud.
Insistimos, estamos en contra de quienes hablan de la “eficacia” de un sistema
que a todas luces es CLANDESTINO y que sigue reproduciendo la injusticia social
ya que las pobres mueren (aunque una sola fuera) y las demás son víctimas de médicos
negociantes de la salud. Negar la condición de autonomía y ciudadanía para ese
medio millón de mujeres que año a año abortan clandestinamente en este país es
desoír un reclamo ampliamente generalizado.
Defendemos la vida, porque entendemos que sólo tiene
valor en tanto sea deseada y digna. Las Enredaderas activamos por el derecho a
la salud de las mujeres y a decidir sobre sus cuerpos y sus vidas. Por el derecho a elegir cómo y cuándo tener hijxs.
Creemos que la maternidad forzada es tortura.
La legalidad del aborto, no obliga a las mujeres
que no quieran abortar, a hacerlo. No obliga a cambiar posturas en relación a
las creencias personales, pero que exista una ley protege y garantiza la salud
y la vida de todas las mujeres que deciden interrumpir voluntariamente un
embarazo, que muchas veces termina con sus vidas.
Educación
sexual para decidir,
anticonceptivos
para no abortar,
aborto
legal para no morir.
Enredadera. Grupo de mujeres y feministas.
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