Texto escrito por Claudia y leído al incio de la charla sobre la ley 26.485, realizada el día 25 de marzo de 2011 en el marco de la Semana de actividades "A un año del asesinato político de Silvia Suppo".
Enredadera es un espacio conformado por mujeres que proceden de la militancia feminista y otras, que sin saberlo, durante nuestra vida habíamos pensado o realizado acciones que son las mismas que llevan a cabo cientos de mujeres y organizaciones feministas en el mundo.
Pero más allá de estas definiciones, Enredadera es una oportunidad. Digo oportunidad en esta ciudad tan conservadora y prolija y que ahora además, se reconoce sin ficciones como “la más cara del país”. Una comunidad que asiste fervorosamente a una muestra sobre el Holocausto judío de la Segunda Guerra Mundial pero es incapaz de llegar hasta la Plaza de nuestra ciudad para denunciar colectivamente nuestro propio Holocausto.
A los y las rafaelinas en general, les cuesta salir de sus casas y hay pocos momentos en que la comunidad se ha visto involucrada, comprometida en acciones populares. Las y los habitantes de la ciudad tienden a minimizar o simplificar peligrosamente los hechos que aquí acontecen.
Enredadera nos dio la oportunidad de salir a la calle a hacer visible, todo esto que hace años nos preocupaba pero sólo permanecía entre charlas de amigas, dentro de nuestras casas, y para algunas ni siquiera podía salir de nuestras propias cabezas.
Es así que irrumpimos en el espacio público, con muchas dificultades. Somos un grupo que nos autogestionamos, es decir, no recibimos dinero de ninguna institución, organización o partido político. Allá vamos enredadas vendiendo nuestros helados o tallarines para poder realizar nuestras radios abiertas los 25 de noviembre, día de Lucha contra todo tipo de violencia hacia las mujeres, o como este año, la convocatoria a la muestra de arte “Esta belleza, ¿me hace hermosa?” para el 8 de marzo, Día de la mujer trabajadora, realizadas ambas en la Plaza 25 de mayo de la ciudad.
Además Enredadera se ocupó y se ocupa de acompañar a una familiar de Claudia Martínez, rafaelina, que desapareció hace dos años, supuestamente captada por una red de trata de personas. Allí estuvimos y estamos devanando un complicado ovillo porque aún no hay respuestas concretas sobre esta denuncia
Cuando los medios de comunicación se suman a otras preocupaciones y por momentos parecen con ingenuidad o intencionalmente, no hacer lecturas acertadas sobre nuestra realidad, allí tratamos de estar.
Concretamente, en unos días, se cumplirá un año del lamentable y brutal asesinato que sufrió otra mujer en la ciudad. Enredadera no sólo acompaña sino que lee este hecho también a la luz de nuestras propias ideas y dice con todas la letras que lo de Silvia Suppo es otro feminicidio, por ser Silvia testigo clave en los juicios por delitos de lesa humanidad, por ser mujer que se animó a hablar, porque no aceptó el mandato de hacer silencio y porque no dejó de denunciar a los violentos.
Aquí estamos y seguiremos estando, con otras integrantes, con nuevas ideas, haciendo ruido a pesar de que muchos aún no nos reconocen, y otros prefieren, eligen no vernos. A veces nos minimizan con comentarios un tanto tristes y limitados, pero allí estamos. Okupas de un espacio que hasta ahora parecía particular. Dejando marcas con nuestros cuerpos y nuestras acciones, nuestra alegría, aún en el dolor.
En desobediencia, porque somos desobedientes, y llegamos para “portarnos mal” y resistiendo, porque sólo son perseverancia se puede permanecer.
Porque de eso se trata estar en la calle y ser Enredadera.
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